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Manolo Blahnik
Redacción 09, Marzo, 2010
En su colección para esta temporada, Manolo Blahnik ha seguido sus sueños más locos, y dibujado guiado por sus inspiraciones de siempre, que han dado lugar a diversas líneas conceptuales.
Una de ellas es Rebord, un salón destalonado basado en la silueta del Museo Guggenheim de Nueva York, en el que forma y estructura se desafían sin comprometer delicadeza y proporciones. Mientras, Astana y Canastana generan el efecto óptico de un zapato escondido dentro de otro.
Blahnik recupera el imaginario ecuestre recreado en pinturas y grabados de artistas como Rubens para modelos con detalles de guarnicionería abstracta, bridas y galones, o acordonado lateral como en el caso del botín abierto y destalonado Ebete.
Spectacle, el grupo más caprichoso, lo integran creaciones como Caviara (botín abierto de jacquard de seda en tonos lavanda y blanco) o Bimbolla (con estampado de flores Liberty y una fila de botones estilo corsé).
Por último, los diseños derivados de la visión de Angelica Houston luciendo un collar de oro con forma de serpiente de Alexander Calder, como Gori (hecho de una sola y ondulada pieza de piel cortada a láser), y Petasap, que, con sus tres líneas fluidas interconectadas, resulta tan escultórico como los móviles de Calder.
Entre las siluetas clásicas, Denzi, una seductora sandalia con tiras en zigzag; Cappuccia, con lengüeta de quita y pon en una gama de linos y antes en tonos veraniegos, y Jelixa, un stiletto que enfatiza la habilidad del tinerfeño para combinar con sentido elementos dispares.
A la venta en Manolo Blahnik (Madrid).
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