Tacones de aguja. Fascinación y seducción

El Museo del Traje de Madrid inaugura hoy esta exposición sobre la evolución del tacón de aguja, desde los años 50 hasta nuestros días. Se exhibe calzado italiano y de otras procedencias, así como piezas de los grandes nombres actuales del sector, como Christian Louboutin, Manolo Blahnik o Jimmy Choo.

La muestra ha sido organizada por el Museo del Calzado de Vigevano (Italia), considerada durante muchos años la capital mundial del calzado. Finalizada la II Guerra Mundial existían en ella un millar de zapateros y artesanos que producían millones de zapatos, que se exportaban a todo el mundo. Para preservar la memoria de este glorioso pasado empresarial Vigevano cuenta con el Museo Internacional del Calzado, y una de sus competencias es preservar la memoria de la creatividad local, que tenía una gran capacidad para anticiparse a las tendencias de la moda. Tacones de Aguja. Fascinación y seducción también pretende poner en evidencia el rol desarrollado por algunos productores vigevaneses de vanguardia que, a partir del 1953, estaban inmersos en una especie de competición para lograr un tacón lo más sutil posible y duradero en el tiempo.

El zapato de tacón de aguja, también conocido como stiletto, nació en 1940, cuando Christian Dior lanzó la colección New Look, basada en una nueva silueta que recuperaba y realzaba las formas de la mujer. Sobre él la periodista Rachele Enríquez ha dicho: “Directores de cine y escritores han utilizado el zapato de tacón como icono de la feminidad y de la sensualidad. Artistas y diseñadores lo tratan como una escultura, una verdadera obra de arte. Sociólogos y semiólogos lo ven como un símbolo de poder y agresividad femenina. Estilistas, creadores de moda y zapateros consideran que es un instrumento comercial, hasta cierto punto, que actualmente sustenta gran parte del mercado del lujo”. El stiletto se nos presenta no sólo como imagen, diseño y prototipo, sino también como producto útil y definido para el consumo. Hay que tener en cuenta que, hasta la década de 1950, no fue posible producir tacones lo suficientemente sólidos y resistentes para su comercialización.

La exposición se articula en varias secciones. En la primera, de carácter eminentemente técnico, verás los primeros tacones de aguja realizados por los zapateros vigevaneses al principio de la década de 1950. De materiales diversos, ilustran la evolución tecnológica hasta la consecución del tacón de aguja definitivo.

La segunda sección se articula en una treintena de vitrinas con cerca de ochenta modelos con tacones de aguja -pertenecientes al Museo del Calzado de Vigevano y a prestadores privados y públicos-, que se exponen por orden cronológico. La edad de oro del tacón de aguja coincidió con el momento de esplendor de la industria del calzado vigevanese.

La tercera está dedicada al stiletto en el siglo XXI, y recoge los últimos diseños e innovaciones y la tendencia a la exageración.

Hasta el 30 de agosto. Museo del Traje. Av. Juan de Herrera, 2. Madrid.