Para dar el sí

El día de tu boda no sólo tienes que llevar el vestido de tus sueños, también unos zapatos a la altura.

Para facilitarte la búsqueda hemos preparado un porfolio de recomendaciones abierto a tus sugerencias. ¡Aconseja al resto de lectoras y descúbreles esa firma de calzado con la que irán divinas!

Rosa Clará viste a las novias de pies a cabeza. Su nueva colección de zapatos, con altos tacones y plataformas internas y externas, de piel, satén, encaje, con broches de cristal, incluye alpargatas (como la de la portada) para la hora del baile, ¡que no se diga que están reñidas la moda y la comodidad!

El catálogo de la marca Enepe cuenta con el modelo Dulcinea, ultra femenino, de napa color marfil nacarado y charol dorado, y con tacón medio para no cansarte demasiado. En su web han puesto en marcha un concurso en el que puedes participar diseñando tu zapato de novia. Si tu diseño es el más votado formará parte de la colección de 2010 con tu nombre.

La Vidange de Manolo Blahnik es una sandalia abotinada, de piel blanca con tira delantera, hebillas y pespuntes de color rojo y tacón de aguja, y dará un toque de color a tu conjunto, y también un cierto aire de misterio gótico. A la venta en Manolo Blahnik (Madrid).

Para las más que atrevidas, como Samantha (Kim Catrall) en la serie Sexo en Nueva York, está la sandalia con taconazo de 12 cm y raspa de pescado embellecida con strass de Giuseppe Zanotti. Si optas por ellas, mejor ponte un vestido que no llegue al suelo. Esta pieza hay que enseñarla sin necesidad de levantar la falda.
A la venta en www.net-a-porter.com.

En Chanel (Barcelona y Madrid), tienes estas sandalias de PVC y plumas en el talón o los botines de punta abierta con dos lazos sobre el empeine por los que suspiran muchas… ¡hazlos tuyos!

Si te casas cerca del mar, fíjate en Corallo, las sandalias de alta costura color azul turquesa de Roger Vivier, con tacón en forma de coral, que hacen por encargo en sus tiendas de París, Milán, Londres, Nueva York y Hong Kong.

Y si lo que quieres es simular que vas descalza, nada mejor que los salones hiperrealistas y ergonómicos de Alexander McQueen.