Para esta temporada Neosens ha partido de la idea de que en la naturaleza nada es perfecto ni permanente porque todo sigue un proceso y cambia a lo largo de éste.
Esta filosofía, que ha tomado de la corriente estética japonesa del Wabi-Sabi, basada en la belleza de lo imperfecto, lo efímero y lo incompleto, se ha aplicado dando como resultado una colección en la que se atiende a:
•la fascinante pátina que el paso del tiempo confiere a los objetos -caso de la línea Sauvignon, inspirada en el calzado de montaña pero con el toque vintage que le aporta el lavado a la piedra, o las referencias con el efecto desteñido que produce el color florentic plata-.
•la pureza y elegancia del negro -que hace irresistibles, por ejemplo, las románticas series Syrah y Rococó-, aunque no por ello deje de existir en la paleta cromática un color tan Neosens como el rioja.
•la fuerza del metal, ya sea en los cierres o en el acabado tipo malla metalizada de algunos modelos de la gama Zalema.
La marca propone además polainas de pelo y de lana para abrigar las piernas.
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