Con la línea American Flag, compuesta por una sandalia abotinada, un salón abierto, una manoletina y un bolso, Giuseppe Zanotti interpreta a su manera la bandera de EE.UU. A la venta online en www.farfetch.com y www.giuseppezanottidesign.com
Icono norteamericano es también la hamburguesa, y resulta que en Barcelona se acaba de inaugurar el restaurante El Filete Ruso (Enric Granados, 95. T. 93 217 13 10. Abierto de lunes a domingo), que la dignifica y hace saludable siguiendo los preceptos de
Slow Food, movimiento internacional fundado, por cierto, por un compatriota de Zanotti, el italiano Carlo Petrini. Concretamente, aplican los
criterios de la red de cocineros de Terra Madre, para conseguir el sello Slow Food Km 0: un acuerdo que alienta el consumo de alimentos
buenos, limpios y justos.
Se trata de la segunda hamburguesería de los propietarios de
La Burg, y cuenta en su carta con 10 variedades gourmet, hechas a la brasa hasta en cinco puntos distintos de cocción, de carne de ternera de ganadería biodinámica de L'Espunyola, buey de pura raza de montaña y pollo de corral, o vegetal, elaborada con judías del
ganxet y arroz Estany de Pals. Con o sin pan, desde la Ibérica -con jamón ibérico, trufa, parmesano y rúcula-, a la Bikini -con jamón dulce y emmental-, pasando por la Catalana -con pimiento escalivado, espinacas y romesco-. Otros platos son el filete ruso, empanado con ajo, perejil y cebolla y frito en aceite de oliva, y el steak tartar con huevo de Calaf y alcaparras de Ballobar, uno de los baluartes o productos protegidos por su excepcionalidad de Slow Food España. Para acompañar, patatas peladas y cortadas al momento, fritas, bravas, al horno con allioli de manzana y bacon, aros de cebolla de Figueres con salsa barbacoa, irresistibles champiñones horneados con queso, jamón y nueces, o frescas ensaladas. De postre, batidos naturales y pasteles artesanos.
Ya que hemos empezado con las barras y estrellas de
strass con que Zanotti ha cubierto sus zapatos, podemos terminar con los
Sopars amb Estrelles que tendrán lugar hasta el 22 de septiembre en el Observatori Fabra (Ctra. de Vallvidrera. Camí de l’Observatori, s/n. Tibidabo. Barcelona. T. 902 10 92 30). Gastronomía y astronomía se dan la mano en este privilegiado mirador con vistas a la tierra -la ciudad- y al cielo, bajo el cual se cenará todos los días de la semana si no llueve.
Tras la cena -un sugerente menú fijo servido por Laie, con opciones para vegetarianos, diabéticos, personas con intolerancias alimentarias y niños-, se ofrece una conferencia divulgativa sobre ciencia o una charla entre una personalidad del ámbito de la cultura y un científico de relieve, seguida por una visita guiada por el edificio modernista y una sesión con el telescopio, uno de los más grandes de Europa, que permite observar el Sistema Solar, constelaciones lejanas y la Estación Internacional. Para subir y bajar con seguridad por la escalera que lleva hasta la lente que te permitirá ver bien claritos los cráteres lunares, mejor deja los tacones en casa por esta vez.